Dueña de esta luna

miércoles, 9 de julio de 2008

Escritura compulsiva

Estoy confunsa, cansada, no me siento agil con mis pensamientos, es como si quisiese retener los días, parar mis días quedarme sólo en aquellos momentos en los que me siento plenamente yo.

Ayer sin saber porque extraña razón solté mucho de ese lastre que en estos años llevo acumulado, quizás sería hora que dejase de culpabilizarme y dejar de culpabilizar a los demás de "esas culpas" que sin querer cargo en mis remordimientos.
¿Remordimientos? ¿Que remordimientos? si me he cansado de decir que no tengo remordimientos, soy un mar de contradicciones, seguramente no tengo remordimientos o necesito creer que no los tengo, pero cuando me miro en lo ojos de mi marido siento que me he alejado de su vida, que me ahogo, que necesito sentir de otro modo, que me siento como Alicia en el país de las Maravillas creciendo, y creciendo al morder la galleta, no quiero "sentir" del modo en que lo hago, no quiero alejarme de el, no quiero necesitar agarrarme al teclado como una tabla de salvación para que mi angustia salga y no duela del modo que lo hace ahora.
En estos cuatro meses, he tenido mucho tiempo para pensar y para intentar desenredar la madeja de mis pensamientos, aún hoy sigo sin conseguirlo, y sin llegar a desentrañar que es lo que quiero o lo que busco.
Me encantaria poder ponerme delante del teclado, saciar mis deseos de modo instintivo y olvidarme de quien o quienes me han ayudado a saciarlo y esperar al día siguiente para encontrar una nueva presa que colme mis deseos o me arrastre a los infiernos.
Como me gustaria ser como el caballero de hojalata del Mago de Oz y no encontrarse el corazón, ¿por qué narices necesito poner el corazón en cada una de las cosas que hago? ¿por qué razón no puedo simplemente dejarme llevar y mañana será otro día?.
No puedo hacerlo o no se hacerlo o quizás no quiera hacerlo, el otro día alguien me dijo que me estaba amedrentando ante mi enfermedad, y lo hizo con la mejor de las intenciones pero me dolió ese comentario, me dolió porque venía de alguien que apenas me conocía y seguramente me dolió porque en el fondo quizás tuviese razón.
Jamás me he amedrentado ante nada, seguramente ese también ha sido un problema........

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