Dueña de esta luna

sábado, 8 de noviembre de 2008

14 DE SEPTIEMBRE DE 2008

Por fín actualizo.......


PRIMERA SEMANA…………

Necesito ordenar mis sensaciones, necesito asumir una vez más que no puedo controlarlo todo, necesito asumir una vez más que debería dejar de resistirme a ti o quizás ni tan siquiera a ti sino a mi misma.
Las casualidades se han confabulado para que nos hayamos podido ver mucho antes de lo que ninguno de los dos esperábamos o mejor matizo de lo que yo esperaba.
No quiero recordar los nervios previos a mi salida hacia Madrid, mis luchas para decidir si quería verte o no, si me atrevería a plantarme frente a ti y…………………..
La circunstancia de la semana quiso que apenas los dos tuviésemos contacto por la red y no me fue difícil ocultarte que pronto te vería pero cuando el AVE me dejó en Atocha casi vuelvo a embarcar de nuevo para Barna.
Agarré con fuerza mis maletas ( era a lo único que podía asirme)y puse rumbo hacia ti, sí, hacia ti porque el curso, Madrid, me importaban muy poco mi cabeza sólo la ocupabas tú y lo que pasaría en esos días porque yo aún seguía decidida a no verte, a no decirte ni que estaba en Madrid pero no paraba de darle vueltas al tema porque no sabía de que modo podría ocultarte que no me conectaba o que no te podía poner la cam. o las mil y una historias que rondaban mi cabeza.
La idea inicial era no verte durante la primera semana o mejor dicho de que tú no me vieses a mi pero como los horarios del curso coincidían en mucho con tu inicio de jornada se me desmontaban un poco los planes porque tus salidas del periódico tampoco eran a una hora fija y a esas horas era más fácil que no pasase desapercibida si te “espiaba”.
El llegar tan temprano a Madrid me dio tiempo suficiente para ir ordenando un poco mis ideas y sobre todo intentar dominar un poco mis nervios porque desde el jueves había sido toda yo un cúmulo de ellos..
No quiero extenderme, pero los nervios y la tensión no me han abandonado en todos estos días que hemos estado juntos, y no me han abandonado porque mi voluntad en todo momento estaba en tus manos y necesitaba concentrarme en medir cada uno de mis movimientos para no desencadenar una reacción muy deseada pero por otro lado que me aterraba.
Cuando estuve delante de tu coche, tardé Dios y ayuda en poderte pasar el mensaje con el número de tu matrícula porque mis dedos no obedecían mis ordenes y era sólo tu coche, no podía arriesgarme a verte, los nervios me traicionarían y mi boca y el brazo me dolían demasiado como para pensar que estaba en las mejores condiciones para verte.
Sólo pude pasarte el mensaje porque no tenía claro si podría seguir haciendo el curso o no y NECESITABA VERTE pero de no haber ocurrido todas esas casuísticas esa semana no nos habríamos conocido.
El ratito desde que te llegó el sms y nos vimos no quiero ni recordarlo, me notaba tensa, esta atenazada por el miedo, me moría de ganas de verte pero tenía tanto miedo a decepcionarte, a que no te gustase lo que veías y ……………………..
Agradecí que tuvieses tanto trabajo aquella tarde, tenía tanto miedo a verte esa primera vez, cuando estuviste a mi lado no soy capaz de describirte como me sentí, aún hoy tengo una hermosa herida en el fondo del labio de aquel día…………….. 14 de septiembre rozando ya el 15.
Notaba el corazón en mi garganta, me sentía tan pequeña a tu lado y pese a todo no podía creerme que estuvieses pegado a mi a apenas un centímetro de mi cuerpo, quería mirarte, quería abrazarme a ti pero era incapaz de mover ni un músculo que no fuese sentirme pegada a mi móvil, cuando por fin pude mirarte sentí que me sería muy difícil negarte nada ,que de un modo incontrolable me sentía tan tuya y eso me asustó y un escalofrío recorrió mi cuerpo porque fue en aquel instante en el que me dí cuenta que tendría que librar una ardua batalla contra mi misma porque tu presencia me desalmaba, pero tú no debías notar nunca que me importabas demasiado……….. Hoy ya no quiero negarte esos pensamientos porque creo que ahora ya lo sabes, que sin yo decírtelo lo sabes y porque creo que en ese momento en que yo ya no colme esas fantasías tuyas me gustará permanecer a tu lado como esa amiga especial con la que has compartido un bonito secreto.
Aquella primera noche la luna llena fue testigo de nuestro primer encuentro y aún ahora cerrando los ojos, siento tus brazos rodeando mi cuerpo en las ventas, sintiendo tus manos jugar con mis rizos, tu sonrisa gozando con mi rubor, con mi timidez.
Sonrío recordando ese primer paseo en el que te separabas de mí para mirarme y reías como un adolescente disfrutando de mi sonrojo, o como levantabas mi mentón para que te mirase a los ojos mientras besabas con sumo cuidado mis labios, que sonrío en cada momento en que tú acompañas mis días.
Esa primera semana no fue fácil en Madrid, el curso me estaba sacando de quicio y asumir que además estabas tú y que mis “sensaciones” eran mucho más intensas que desde la distancia me estaban pasando factura, las primeras noches apenas pude pegar ojo, si bien dormía pero me levantaba como si hubiese corrido la San Silvestre.
Sonrío recordando tu cara de pillo cuando se te ocurría cualquier situación “atrevida” para proponerme y lo rápido que saltaba yo para negarme a cualquier iniciativa tuya de ese tipo.
Aquella noche en Las Ventas sintiendo como crecía tu deseo por poseerme, oyéndote susurrante en mi oido, sintiendo el calor de tus brazos (fue una de las noches más fresquitas de la semana)creo que fue en ese momento cuando pude darme perfecta cuenta de que no podría negarte nada o que aún negándotelo no me harías caso, fue en ese instante cuando más claro me quedó que me entregaba completamente a ti aunque nunca lo verbalizase, fue en ese momento cuando tuve la certeza que deseaba ser tuya, que queria ser tu perra pero que deberías tener mucha paciencia conmigo.
Durante todos estos días me he sentido encantada de estar a tu lado, sin perder de vista mis miedos e indecisiones porque soy muy consciente de mis limitaciones y sé que estoy muy lejos de estar a la altura de otras sumisas que hayas conocido y sobre todo me desconocia a mi misma porque estaba dejándote todo el control a ti, contigo todo ha sido muy rápido y me cuesta asimilarlo, me cuesta sentirme tan a tu recua, y me cuesta sobre todo asimilar que no voy a estar a la altura.
Han sido unos días llenos de nervios, de deseo, de ganas de reunirme contigo, me he reido tanto a tu lado, has hecho que me sintiese tan cómoda y sé que para ti ha sido un esfuerzo enorme dedicarme ese tiempo.
Nos veremos pronto porque tenemos pendiente que me enseñes Madrid en Navidad, el Prado y el Retiro y por supuesto la sierra en invierno que debe de ser preciosa.
Respecto al día “x” sólo puedo decirte lo que supongo que ya sabes, que ha sido un paso de gigante por ti, que no es que no me lo esperase pero pensé que ese momento sería con alguien más cercano, no imaginé jamás que sería un desconocido y tampoco pensé que habiendolo hablado previamente pasases por alto mi opinión, supongo que sabías o interpretaste que todo era una pose y sobre todo porque creo que fue un pulso entre tu y yo, hemos estado todos estos días intentando ambos llevar el control los dos y tú decidiste por fín llegar primero a la meta y demostrarme que escucharias todo aquello que tuviese que decirte pero que en última instancia serías tú quién marcarias los tiempos.
Siento que me cuesta recordar lo que pasó aquella noche en Satén y que poco a poco aparecen más imágenes que no vienen solas, a esas imágenes le acompañan siempre las sensaciones, ahora una vez pasados los días unas sensaciones más concretas, más claras, más concluyentes.
Ahora a muchos días ya de aquella noche recuerdo tu prisa por encontrar el lugar, tu ardil para derivar la conversación al plano que interesaba, tu control en todo momento de la situación y tu conocimiento de lo desvalida que me sentía yo en tu ambiente.
Recuerdo las veces que llegué a pedirte aquella noche que no me soltases de la mano y de que modo tú me ibas soltando a propósito para que yo volviese una y otra vez a “necesitarte” a necesitar tenerte pegado a mi y sin atreverme a levantar casí la vista del suelo para no ver nada de lo que pasaba a mi alrededor porque una de las veces que lo hice, no me gustó lo que vi o mejor , no es que no me gustase sino que me sentí completamente observada de la cabeza a los pies y eso me incomodaba sobremanera y tu parecias no darte ni cuenta de mi azoramiento, pero estabas al tanto de lo que pasaba pero te divertia tanto sentirme de ese modo.
Si, te divertía, estabas encantado que me agarrase de tu mano con fuerza y desde la distancia ahora creo que ese detalle tan insignificante te dio la pauta para seguir adelante con tus “planes”………. Y ese detalle también lo hiciste valer, a lo mejor sin darte cuenta o yo por lo menos ahora lo percibo de ese modo cuando decidiste que aquel desconocido me “usase”…….. sabes de sobra que busqué tu mano durante aquel momento pero lo evistastes siempre y sabías que yo necesitaba tu mano pero por esa misma razón y porque supongo que la visibilidad no era la adecuada ( visibilidad que yo por otro lado intente que no vieses) decidiste separarte de mi lado para demostrarme de ese modo que eras tú quien controlabas todo y que en “eso” me dejabas sola……………… en ese espacio tan corto de tiempo pasaron mil pensamientos por mi cabeza y el más fácil era el no mirarte, el intentar no pensar que me habias negado ese nexo pero esa idea me duró poco y opté por buscar tu mirada y timidamente alargar mi mano para sentir la tuya aún a sabiendas que no la tomarias, supiste que “necesitaba” y tu mirada me dejó claro que esperabas de mí………….. me costó recomponer el gesto porque aquel desconocido estaba haciendo demasiado bien su trabajo y yo no quería darte ese triunfo pero por otro lado tampoco tenía demasiado sentido ganar o perder frente a ti, en estos cuatro meses mis cartas habían estado demasiado expuestas, me conocías demasiado bien y yo necesitaba dejarme llevar, sentirme libre obedeciendote y pese a que intenté muchísimo que las caricias de aquel desconocido no arrancasen ni un ápice de placer, no lo conseguí, leía en tu mirada tu triunfo, sabias de sobra que me resistia a gozar con aquel desconocido, que me negaba a demostrarte a ti y a mi misma que había sido muy fácil cederte el testigo de mi placer, de mi mente, de mis deseos, de mis oscuras y ocultas fantasias…………… pero ahora a muchos días de aquella noche lo recuerdo con sosiego, con normalidad, una normalidad que me costó aceptar, que me hacía verme a mi misma completamente extraña, y si que me causaba rubor recordarlo e incluso reconocer que me excitaba cuando recordaba tu mirada y tus ordenes silenciosas para con el desconocido.
Quizás me costó más aceptarlo porque yo misma pensé que el día que eso llegara sería con alguien de tu confianza o quizás en un ambiente menos………………. Digamos sórdido, desconocido porque si lo que querias era que me sintiese como una puta, como una perra caliente y entregada a ti, aquella noche lo conseguiste.
Hubieron otras noches en las que intentaste que me sintiese de ese modo pero el poco tiempo que teníamos para estar juntos acababan derrumbado cualquier plan, es difícil dejarse llevar cuando sabes que le quitas tiempo a “ella” de estar contigo …………………………..
Cuando necesito “sentirte” mío recurro al video de tu trabajo y ……………………….. el resto puedes imaginarlo.

Sigueme en mi estela.... [+]