Dueña de esta luna

lunes, 14 de julio de 2008

Ahora bien,gracias

Llueve torrencialmente y hace frío, de golpe este clima nuestro se empeña en subir y bajar termómetros a su antojo; la lluvia nos ha pillado en la piscina y por supuesto sin paraguas, la tormenta arrecia, los truenos y rayos descargan lenta pero insistentemente, si seguimos en el coche pueden darnos toda la noche porque no tiene pinta de que sea una nube de verano, los niños empiezan a ponerse nerviosos, siempre hay paraguas en el maletero, hoy que precisamente el coche tenía que pasar la ITV los habia quitado porque para vender el coche tiene que quitar todos los trastos posibles, trastos para él son los paraguas, las toallas, la ropa interior de los niños de recambio, toallitas húmedas, cubiertos y vasos de plásticos, vamos lo justo en caso de necesidad o en caso de lluvia como precisamente nos esta pasando ahora, pero no me apetece discutir, me callo y aguanto las risas de los niños, los combates verbales cruzados de las dos fieras que deben tener algún problema auditivo porque gritan como posesos, "es el agua mamá, es el agua, que se nos taponan los oídos" no se les taponara la boca un ratito .

La lluvia sigue sin parar, yo más histérica cada vez con los niños, con el padre que me ha quitado mi equipo de emergencia del maletero, con el tiempo y con la p....... que parió a todo el mundo, porque para más inri mis inestables ovarios han decidido que hoy también era un buen momento para tocar las narices que sumado al dolor de mi fibromialgia hace que tenga un humor de perros.

Estalla un relámpago y antes de que el trueno se oiga, la que estallo soy yo, y los mandó a todos para casa, total que más les da aún sigue mojados de la pisci o sea que no existe ninguna diferencia, pero dos minutos más en el coche con todos pueden ser ...................
El problema no es que llueva y no llevemos paraguas, el problema es que nuestra casa está a tres niveles de la entrada, que el camino está sin asfaltar y que como no llevamos "el acorazado" (el 4x4) nos toca salvar la distancia a patita, y casi 3000 metros de parcela da para mojarte un poquito porque yo no me he bañado y yo si estoy sequita.
Los niños se toman la escalada como una juerga, yo me la tomo como un vía crucis, como las calles angostas de París del Sacre Coeur pero en puro barro y cargada de bolsas de rebajas que además son todas de los niños y mi marido.
A mitad de la escalada, aparece el peque con los paraguas que además no sabe abrir y que yo no puedo ayudarle porque voy cargada de bolsas y el barro y la intensidad de la lluvia aumenta.......que cruz de criaturas, por Dios, el padre muerto de risa con mis gruñidos, el niño peleándose con los paraguas que además son automáticos y sólo hay que darles un botoncito y punto, pues nada, como si fuese el mango el panel del Concorde y a todas estas empapada como una sopa................
Finalmente consigue abrir el paraguas ( consigue despejar la ecuación de segundo grado) y por supuesto ante mis gruñidos sólo atiende a decir que tampoco es para tanto, que con lo sano que es mojarse y que además a mi me va fenomenal subir andando porque estoy gorda, gordisima (49 kg) vamos gordisima cual Lucianno Pavarotti.
Una vez en casa, una reconfortante cena y a la cama, mi espalda se niega a darme tregua, me acuesto mientras ellos se quedan viendo la tele pero yo necesito estirarme, necesito que no me duela tanto, ya en la cama cierro los ojos y procuro relajar el dolor y no pensar, sólo pienso en que tú estarás en casa, tranquilo, sin echarme de menos y que yo para no notar tanto el dolor cierro los ojos y te imagino preguntándome : ¿Cómo estas hoy mi puta? y yo al contestarte: "Ahora bien" siento que me duele menos, que poco a poco me acostumbro al dolor y que ya te has quedado a mi lado para acompañarme en mis sueños, para masajear mi espalda, para tomarme cuando el dolor cese con fuerza, salvaje.......................... pero sólo es un deseo, un sueño, y el dolor no acepta mi placebo y se empeña en lacerar y lacerar pero yo repaso una y otra vez mis imágenes de tu sonrisa, de tus gestos, y finalmente consigo dormirme.

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