Dueña de esta luna

miércoles, 27 de febrero de 2008

Y seguía viva para su "no Amo"


Como le gustaba demostrarle su fuerza, su posesión, le había arrebatado a ella su bandera, ella sentía con El, se mojaba sintiendo sus dedos jugar en su coño, sus timidos quejidos le ponian a mil, la imaginaba docil, entregada, abierta a su polla, dejando que su miembro conquistase por fin ese bastión; pero eso no era posible aún, eso sólo era el sueño de El.Mientras la besaba deseaba que Ella resignada ya a la perdida de su voluntad sucumbiese sin concesiones a sus caricias, a sus deseos, pero de repente, de nuevo la rápida retirada de ella de su boca, le devolvió a la realidad.No sería fácil, estaba de nuevo rígida frente a El,evitando cruzar sus ojos con El,arreglandose sus rizos, mordiendose el labio para no ceder a la insistencia y el calor de las caricias del hombre.Mejor que evitase mirarlo, porque lo que hubiese visto en sus ojos, no le habría gustado, los ojos de El le gritaban que ganaría su deseo, su voluntad, su cuerpo le gustase o no sería suyo y que en su cerebro sólo existiria el deseo de entregarse a El, ese día a lo mejor lejano tendría el soberano placer de limpiar las lagrimas de Ella, de la otra, aceptando y gozando del triunfo de su Dominación.El tenía ventaja sobre Ella, sobre las dos, sólo tenia que batallar contra ella o las mil que habitasen en ella, para Ella la lucha era más dispersa, más dura, más intensa y perjudicial, luchaba contra Ella y contra El,y El no iba a dejarla respirar.Ella, la otra, luchaba mientras se separaba de la boca de su invasor, por borrar lo que veía su deseo, una otra temblorosa, con el pelo recogido, la cabeza mirando al suelo, levantando la mirada ayudada por las manos de El, que firmenente con un sólo dedo, agarraba su mentón hasta encontrarse sus miradas y sin que ella tuviese tiempo de dudar agarrar sus manos con suavidad sin apenas rozarla para de manera taimada colocar unas suaves esposas en sus muñecas, que desconcertó a la sumisa que no tuvo tiempo a protestar porque los labios de El sellaron su lamento.Las habiles manos de El sin pausa necesitaban tomar a su putita, pero no queria correr, queria marcar en ella la propiedad, en sus manos El era su dueño, su voluntad era del Amo, le encantaba demostrarle con cada uno de los avances de sus manos en sus carnes que ERA SUYA, que había sido una buena contrincante pero que El habia ganado, mientras sus dedos jugaban (de momento) con sus pechos, con sus pezones, tan altivos como Ella, pero que a diferencia de Ella si demostraban ante El quién los ponia duros y erectos para que su boca mamase de aquella altaneria.Aún no habia acercado su boca a su pecho ya la sentía mojada, desmadejada ante la fuerza de El......

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